Las Purinas y el Ácido Úrico

¿Qué son las Purinas?

Las purinas son las moléculas orgánicas que forman parte del ADN encargadas de sintetizar la Adenina y la Guanina. Intervienen en muchos procesos del metabolismo celular, como la síntesis de las proteínas, la transcripción genética y la replicación del material genético.

Existen numerosos trastornos que alteran el metabolismo normal de estas sustancias. Por ejemplo, puede haber un incremento de la producción o una alteración de la eliminación del producto final que generan las purinas, el ácido úrico.

¿Qué relación tienen las purinas con el ácido úrico?

El ácido úrico es el producto final de la degradación de las purinas en el ser humano. Estas purinas pueden ser generadas por el propio organismo de forma endógena, o bien ingeridas a través de nuestra alimentación (factores exógenos). Solo el 10-20% de la concentración total de ácido úrico en sangre es de origen dietético, pero las purinas y el ácido úrico de la dieta, a pesar de solo suponer un 20%, pueden provocar el aumento de la formación de cristales en los tejidos.

La síntesis de los nucleótidos de purina y su degradación tiene lugar en todos los tejidos del organismo pero sobre todo en el hígado y en el intestino delgado ya que son tejidos ricos en xantina oxidasa, y el urato sólo se sintetiza en los tejidos que contienen esta enzima.

La cantidad de uratos presente en nuestro organismo varía en función de los alimentos que ingeriamos y de la velocidad de degradación de los mismos. En condiciones normales, nuestro organismo elimina un 75% de urato a través de la orina, y el resto lo hace a través del intestino.

Se considera que un individuo tiene una excreción renal disminuida cuando excreta menos de 250-300 mg en 24 h con una dieta libre de purinas.

Si la eliminación a través de la orina de este compuesto es deficiente, el ácido úrico se va acumulando en la sangre pudiendo provocar hiperuricemia.

La cantidad normal de ácido úrico en sangre es de 2 a 4 mg por cada 100 ml de sangre, pudiendo llegar hasta los 6,8 mg en los hombres. En el caso de que se superen los 7 mg/ml, estaríamos ante un caso de gota o hiperuricemia.

La hiperuricemia puede desencadenarse de dos maneras:

1. Formación de uratos de sodio o cristales: que pueden acumularse en las articulaciones, generando artritis, o en el riñón y producir litiasis renal (cálculos renales).
2. Ataque de gota.

¿Qué es la gota?

La gota es un tipo de artritis causada por un aumento de la concentración de ácido úrico en nuestro organismo que afecta comúnmente a la primera articulación del dedo gordo del pie. También puede afectar a los demás dedos, al talón, al tobillo o incluso al empeine.

El primer ataque de gota se caracteriza por dolor intenso, generalmente en una sola articulación. Acostumbra a aparecer por la noche y después de consumir alcohol en exceso, alimentos ricos en purinas o a causa de un traumatismo. También puede aparecer cuando se toman dosis altas de  algunos fármacos como el ácido nicotínico (medicamento para tratar el colesterol).

Los ataques posteriores son frecuentes aunque actualmente gracias a los buenos hábitos alimenticios y a los fármacos que disminuyen la concentración de ácido úrico en sangre es raro sufrir gota crónica.

La gota se clasifica en primaria y secundaria.

• La gota primaria representa el 90% de los casos.

La causa de la gota primaria es idiopática, es decir, desconocida.

El aumento de concentración de ácido úrico en sangre que se observa se puede dividir en 3 categorías:

1. 1. Aumento de la síntesis de ácido úrico.
   2. Disminución de la capacidad de excreción de ácido úrico.
   3. Aumento de la síntesis y disminución de la excreción de ácido úrico.

• La gota secundaria corresponde al 10% restante de casos.

La elevación del ácido úrico es secundaria a otro trastorno como, por ejemplo, una excesiva destrucción celular o alguna forma de nefropatía.

¿Cómo eliminar el exceso de ácido úrico?

Una dieta adecuada baja en purinas ayuda a que descienda el valor de ácido úrico en sangre. Es también importante reducir la obesidad y tratar la hipertensión y la hiperlipidemia, si existe, así como eliminar el consumo de bebidas alcohólicas.

La dieta específica para reducir los niveles de ácido úrico en sangre debe ir enfocada a controlar 3 factores principales:

1. El pH de la orina: el ácido úrico circula como urato monosódico en el plasma a un pH 7,4. Al bajar el pH, se disocia el átomo de sodio y se transforma en ácido úrico, como sucede en la orina. Por ello, tenemos que conseguir que el pH de nuestra orina sea lo más alcalino o neutro posible para disolver los cálculos de ácido úrico. Lo podemos hacer de las siguientes formas:

• • Bebiendo mucha cantidad de líquidos cada día, principalmente en forma de agua.
  • Evitar el consumo de sal.
  • Potenciar el consumo de alimentos alcalinos como el brócoli, germinados, col, aguacate, remolacha, berenjenas, alcachofas, espárragos, zanahorias, tofu, calabacín, etc.

2. La ingesta de purinas: La dieta diaria debe ser lo más baja posible en purinas. Esto significa que no solamente hay que vigilar los alimentos que se consumen sino también su preparación. Cuando hervimos un alimento que contiene purinas gran parte de estas pasan al agua de cocción. Por lo tanto es una buena manera de reducir el contenido en purinas de los alimentos, pero en dicho caso, se deben evitar ingerir los caldos de las cocciones.
3. La ingesta de fructosa: La fructosa una vez asimilada por el organismo se metaboliza en xantina, una purina que finalmente se metabolizará en ácido úrico. Por esta razón se recomienda consumir únicamente una pieza de fruta al día y elegir las que contengan menor cantidad de fructosa como los albaricoques, el kiwi, el mango, la sandía, las fresas, la naranja, el melón, la piña y el melocotón.

Una de las recomendaciones más extendidas sobre la dieta para esta dolencia es la de eliminar el tomate de la alimentación. Esto es debido a que el tomate es una fruta aunque socialmente lo consumimos como si fuera una verdura. Como fruta, su aporte de fructosa es mayor, por este motivo, en algunas dietas, se desaconseja su consumo.

Se aconseja también hacer ejercicio moderado como andar o nadar, sobre todo al principio, teniendo la precaución de hidratarse, ya que se pueden producir importantes pérdidas de agua a través del sudor y el ácido úrico sanguíneo podría aumentar de concentración.

Alimentación a evitar en los casos de hiperuricemia

Lo más importante es reducir el número de purinas que originan el ácido úrico. Éstas proceden sobre todo de las carnes, los caldos de vacuno, el pollo, el cerdo, las vísceras (especialmente el hígado) y algunos pescados.

Las legumbres como las lentejas también pueden ser fuentes importantes de purinas, aunque son más sus beneficios que sus perjuicios.

Reducir el alcohol y las grasas ayuda a un mejor funcionamiento hepático, y también a una reducción del ácido úrico. El exceso de ácido úrico también es un factor determinante en la aparición de la diabetes.

Para prevenir las complicaciones que puede provocar la hiperuricemia se debe reducir al máximo los alimentos ultraprocesados y el azúcar, así como practicar ejercicio a diario.

Por otro lado, también es importante beber mucha agua, lo que ayuda a reducir la concentración de ácido en sangre, y nos ayuda a excretarlo.

Una dieta normal contiene entre 600 y 1.000 mg de purinas. En la gota grave y avanzada se restringe el contenido de purinas de la dieta a unos 100-150 mg diarios.

Como hemos comentado anteriormente, los alimentos que debemos evitar debido a su alto contenido en purinas son las carnes, vísceras, los caldos y algunos pescados.

Sin embargo, hay muchos otros alimentos que no contienen purinas. Algunos de ellos son la leche y derivados, los huevos, los cereales, las pastas, las patatas, las verduras, el azúcar y la miel.

La cafeína, a pesar de su semejanza química con las purinas, no se transforma en ácido úrico y puede incluirse en la alimentación sin ningún problema.

Las bebidas alcohólicas contienen muy pocas purinas pero se deben evitar ya que inhiben la excreción de ácido úrico y, por lo tanto, aumentan su nivel en sangre.

Los resultados pueden no ser muy espectaculares debido a que las purinas ingeridas en la dieta solo corresponden a un 20% aproximadamente de la uricemia de una persona. El resto proviene de la formación endógena de ácido úrico.

Por ello, a veces, la dieta no es suficiente y debe ser reforzada con fármacos para eliminar los uratos o para disminuir su síntesis.

Sin embargo, una restricción dietética estricta en purinas puede reducir la concentración de ácido úrico en sangre en un rango de 0,6-1,8 mg/dl de sangre.

Tabla de alimentos y su contenido en Purinas y Ácido Úrico

Los alimentos se pueden agrupar según su contenido en purinas en:

Contenido alto en purinas (100 a 1.000 mg de purinas por cada 100 g de alimento): Anchoas, caldo de carne, sesos, consomé, ganso, corazón, arenque, riñón, hígado, carne picada, mejillones, perdiz, sardina, vieiras, escalopes. Los alimentos de este grupo deben eliminarse del plan de alimentación.

Contenido moderado en purinas (9 a 100 mg de purinas por cada 100 g de alimento): Carne y pescado (excepto los del grupo anterior), espárragos, lentejas, hongos, espinacas. Durante las remisiones se puede consumir 5 veces a la semana una porción (60 a 90 g) de carne, pescado o pollo, o una ración (media taza) de vegetales de este grupo.

Contenido insignificante en purinas:

En este grupo cabe mencionar la leche y productos lácteos, huevos, cereales, pastas alimenticias, patatas, frutas, verduras y hortalizas (excepto las del grupo anterior), aceite, azúcar, miel y productos azucarados.

Bibliografia: https://dr-barbara-hendel.com/en/nutrition/tables/purine-content-table/

Suplementos nutricionales y fitoterapéuticos

Los pacientes que sufren ataques de gota pueden complementar la dieta con los siguientes suplementos:

• Omega 3: debido a sus propiedades antiinflamatorias. Los ácidos grasos Omega 3 como el ácido linoleico, pueden reducir la síntesis de las citocinas agresivas de la respuesta inflamatoria al interferir en la conversión del ácido araquidónico.
• Harpagofito, Sauce, Ulmaria: también como antiinflamatorios articulares.
• Vitamina C: Varios estudios han sugerido que puede ayudar a disminuir los niveles de ácido úrico. 2000 mg al día durante 2 meses han demostrado ser efectivos en reducir los niveles de ácido úrico en 0,5 mg/dL.
• Ácido Fólico (hasta 80 mg diarios): Algunos estudios indican que el ácido fólico en grandes cantidades ayuda a reducir los niveles de ácido úrico en sangre.
• Quercetina (150 – 250 mg 3 veces al día, tomados entre comidas): Este flavonoide inhibe la enzima xantina oxidasa, que controla el ritmo de la síntesis de ácido úrico. La Quercetina también ha demostrado efectos antiinflamatorios en varios estudios de laboratorio.

Recomendaciones generales para la Hiperuricemia

• Mantener una dieta equilibrada y una vida activa (ejercicio físico).
• Si tienes sobrepeso u obesidad, acudir a un especialista en nutrición para realizar una dieta de adelgazamiento bajo supervisión.
• Evitar los alimentos ultra procesados y con muchas calorías (dulces, bollería, etc).
• Evitar el consumo de alcohol en todas sus modalidades y beber mucha agua (al menos entre 1,5‐2,5 litros al día).
• Consumir alimentos de contenido moderado en purinas, como máximo dos veces por semana  y evitar que coincidan con otros del mismo grupo o con otros de los desaconsejados.
• Evitar el ayuno prolongado.