¿Qué es la Hipertensión?

La presión arterial alta o hipertensión es un factor de riesgo para la salud, que puede causar enfermedades cardiovasculares graves, como el infarto, la narcolepsia o la insuficiencia renal.
Alrededor del 40% de los hombres y el 60% de las mujeres con edades comprendidas entre los 30 y los 70 años sufren de hipertensión.
Podemos bajar la presión arterial alta llevando una dieta saludable, realizando ejercicio de forma regular y tomando algunos complementos alimenticios.
¿Qué mide la Presión Arterial?
Los valores de la presión arterial miden la fuerza con la que la sangre fluye a través de los vasos sanguíneos. Este valor se mide en mmHg o nhlbi.
La presión arterial no se comporta del mismo modo a lo largo del torrente sanguíneo. Y además, la presión arterial cambia a lo largo del día.
Dos baremos distintos indican los resultados de la medición:
- El primer valor es la presión sistólica, y refleja el valor máximo del gasto cardíaco, cuando el músculo del corazón está completamente contraído.
- Una vez que la contracción se calma y se relaja el músculo del corazón, se mide la presión diastólica, que se realiza cuando la presión de la arteria ya ha disminuido. Este segundo valor mide la presión mínima y depende de la elasticidad y del estado de los vasos sanguíneos.
Durante las fases de más actividad, estrés, o emociones la presión sistólica aumenta más que la diastólica. Cuando dejamos de estar activos, la presión arterial sistólica disminuye. Sin embargo, la presión arterial diastólica se mantiene aproximadamente en los mismos niveles.
¿Cuáles son los valores ideales de Presión Arterial?
Su valor ideal, en adolescentes y adultos, es de 120 a 80 mmHg o nhlbi. Incluso los valores que oscilan entre 140 a 90 mmHg indican hipertensión. Sin embargo, en las personas de edad avanzada, estos valores son normales.
Los niños en edad escolar a partir de los nueve años deben tener un nivel aproximado de 110-70 mmHg. Los niños pequeños deben tener valores inferiores.
La presión arterial baja se conoce como hipotensión. En este caso los valores oscilan en los 100/60 mmHg. Uno de los síntomas de la hipotensión ortostática se manifiesta cuando una persona sufre una caída al levantarse o ponerse de pie.
Factores que aumentan la Hipertensión
Cuando la presión arterial alta se prolonga hay más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ya que se fuerza mucho el funcionamiento del corazón. La obesidad y la diabetes son otros factores que influyen en la hipertensión.
La dislipidemia y los niveles elevados de colesterol también pueden provocar hipertensión con el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular que puede afectar al corazón y desencadenar en un infarto de miocardio, insuficiencia renal, un derrame cerebral u otro tipo de enfermedad, con fatales consecuencias para la salud.
En la actualidad, debido al elevado nivel de estrés de los países industrializados, y al aumento de la obesidad, hay un porcentaje muy alto de la población que sufre problemas de hipertensión.
Síntomas de Hipertensión
Entre la sintomatología y los problemas de salud asociados, tenemos: hemorragias nasales, taquicardias y, en el peor de los casos, la expansión de las arterias hasta el abdomen.
Por otra parte, la presión arterial alta puede provocar la enfermedad de la arteriosclerosis, por una constricción crónica insuficiente de los vasos sanguíneos.
Según las estadísticas, la hipertensión afecta más a las mujeres y a las personas obesas.
Los síntomas de la presión arterial alta son: dificultad para respirar, presión en el pecho, dolor de cabeza, zumbido en los oídos y mareos.
Cómo Prevenir la Hipertensión
Realizar ejercicio de forma regular y llevar una dieta equilibrada es la mejor prevención para evitar la hipertensión. La mejor dieta para prevenir la hipertensión es comer alimentos ricos en fibra, como verduras frescas, frutas, carnes magras y pan integral con cereales.
La falta de Magnesio, Calcio y Potasio también pueden producir hipertensión.
La mayoría de las personas que sufren de presión arterial alta deben de cambiar su dieta y tomar ácidos grasos insaturados, como el aceite de oliva y evitar tomar sal. También se recomienda evitar consumir dulces y alcohol, sobre todo en el caso de las mujeres que son propensas a esta enfermedad.
Suplementos para la Hipertensión
Los complementos alimenticios son una alternativa al tratamiento médico convencional para reducir, de forma natural, la presión arterial alta, y sobre todo, sin producir los indeseados efectos secundarios.
Omega 3
Este tipo de ácidos grasos poseen propiedades cardioprotectoras, y según diversos estudios, ayudan a reducir la hipertensión.
En concreto el DHA y el EPA poseen propiedades hemodinámicas, de modo que puede verse mejorado el flujo sanguíneo a través de los vasos sanguíneos reduciéndose su viscosidad. Una mejor circulación alivia los problemas de obstrucción y por consiguiente, el aumento de la presión arterial.
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Magnesio
El Magnesio es el cuarto mineral con mayor presencia en el organismo, y a él se le atribuyen más de 300 operaciones esenciales en el organismo humano.
El déficit de Magnesio en la dieta puede relacionarse con un cuadro de presión arterial alta. La suplementación con Magnesio puede contribuir a reducir tanto la presión sistólica como la diastólica, tal como se refleja en diversas investigaciones.
Los beneficios del Magnesio con respecto a la protección del sistema cardiovascular se reflejan en: dilatar los vasos sanguíneos, evitar espasmos del músculo cardíaco, e incluso disolver coágulos. Es importante añadir, que junto al Magnesio, si finalmente nos suplementamos con él, se recomienda también incorporar Calcio.
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Pycnogenol
Pycnogenol es el nombre comúnmente utilizado para referirse a la corteza de pino de un árbol conocido como Pinus pinaster.
El Pycnogenol puede reducir la presión arterial tal como se puede observar en ciertos estudios. Esto se debe a sus propiedades relajantes de los vasos sanguíneos, además de sus beneficios para regular los niveles de colesterol y triglicéridos que ayudan a prevenir la hipertensión.
Resveratrol
Según diversos estudios, al Resveratrol, que se encuentra naturalmente en ciertos alimentos como las uvas, se le atribuyen propiedades para reducir la hipertensión. El mecanismo de acción es que inhibe la enzima convertidora de angiotensina, además de restaurar la producción del agente dilatador de los vasos sanguíneos, el óxido nítrico.
Además cuenta con propiedades antioxidantes, protege a las células y al ADN, regula los niveles de glucosa en sangre e incluso ofrece protección de la piel frente a los rayos UV.
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Melatonina
Aunque su principal uso puede ser el de restaurar y regular los patrones del sueño, ofreciendo una conciliación del sueño más rápida y eficiente, además de un mejor descanso nocturno, también tiene un papel destacado como agente para reducir la presión sanguínea.
Debido a que la presión también oscila durante el transcurso del día, siendo menos pronunciado por la noche, se evidencia que con la ayuda de la Melatonina se puede controlar y reducir la presión sistólica y diastólica.
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Coenzima Q10
La Coenzima Q10 puede regular los niveles altos de presión arterial. Esta sustancia que se encuentra presente en todas las células de nuestro organismo contribuye en el apartado energético de cada una de ellas.
Pese a que se produce naturalmente, diversos factores pueden contraponer este proceso, como es la edad, hábitos alimentarios, ciertas patologías, etc.
Además los problemas relacionados con el corazón, incluyendo el colesterol y la presión arterial, provocan una mayor demanda de Q10, siendo por tanto su déficit un punto desfavorable para el tratamiento de la hipertensión.
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Vitamina D3
La Vitamina D3 se sintetiza a partir del sol por parte de nuestro organismo. Sin embargo, suele ocurrir que una importante parte de la población es deficiente durante la mayor parte del año en ausencia a dicha exposición solar, siendo un nutriente esencial para la salud en general. En este caso, optar por suplementos de Vitamina D3 suele ser un recurso muy interesante.
La deficiencia de Vitamina D también está relacionada con la osteoartritis, trastornos autoinmunes, esclerosis múltiple, diabetes, cáncer, depresión, dolores óseos, cansancio, fatiga, … además dicho déficit de Vitamina d3 se puede asociar con riesgo de sufrir hipertensión.
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Ajo Negro
El Ajo Negro comparte las propiedades del ajo crudo, pero al estar fermentado naturalmente, algunos de sus componentes bioactivos potencian su efecto.
Ha demostrado en diferentes estudios que posee:
- Propiedades antioxidantes: incrementa la enzima superóxido dismutasa y catalasa, ambas potentes antioxidantes.
- Propiedades circulatorias y antihipertensivas: el extracto de ajo inhibe el efecto de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), que es hipertensiva.
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Espino Blanco
El Espino Blanco posee propiedades vasodilatadoras de las arterias coronarias, lo que favorece la circulación de la sangre. Los flavonoides (Quercetina, Rutina, Vitexina y Catequinas) junto con los minerales (Potasio, Magnesio y Calcio) el neurotransmisor Dopamina y la Purina Adenina son los máximos responsables de esta propiedad.
Además de dilatar las arterias más importantes del corazón, el Espino Blanco posee propiedades cardotónicas, ayudando a este órgano a bombear la sangre con más fuerza. Estas propiedades permiten solucionar problemas del corazón que afectan a una falta de ritmo o de debilidad cardíaca, a una mala circulación, a la acumulación de líquidos por problemas cardíacos, etc.