Cómo eliminar la Candidiasis de manera natural
La Candidiasis es una infección por hongos causada por un tipo de hongo llamado Cándida. Cándida Albicans es el tipo de Cándida que causa más infecciones en los seres humanos.
La Candidiasis puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en áreas húmedas y cálidas, como la boca, la vagina y la piel.
Los tipos de Candidiasis
- Candidiasis oral (Muguet): Es una infección por hongos que ocurre en la boca o la garganta. Puede causar manchas blancas en la boca o la garganta, dolor e inflamación.
- Candidiasis vaginal: Es una infección por hongos que ocurre en la vagina. Puede causar picazón, ardor, dolor e irritación en la vagina y la vulva. También puede causar un flujo vaginal blanco y espeso.
- Candidiasis cutánea: Es una infección por hongos que ocurre en la piel. Puede causar un sarpullido rojo, con picazón e irritación.
- Candidiasis invasiva: Es una infección por hongos que ocurre en órganos internos como los pulmones, el corazón o el cerebro. Es un tipo grave de infección que puede ser potencialmente mortal.
Factores de riesgo
Algunos de los factores de riesgo de la Candidiasis incluyen:
- Sistema inmunitario debilitado: Personas con sistemas inmunitarios comprometidos debido a enfermedades como el VIH/SIDA, cáncer o que están tomando medicamentos inmunosupresores tienen un mayor riesgo.
- Uso de antibióticos: Los antibióticos pueden alterar el equilibrio de las bacterias naturales en el organismo, lo que puede permitir que la Cándida crezca de manera descontrolada.
- Diabetes: Las personas con diabetes mal controlada tienen niveles de azúcar en la sangre más altos, lo que puede fomentar el crecimiento de la Cándida.
- Embarazo: Los cambios hormonales durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de desarrollar Candidiasis.
- Uso de anticonceptivos: Los anticonceptivos orales y otros métodos que contienen estrógenos pueden aumentar el riesgo de Candidiasis en algunas mujeres.
- Obesidad: Las personas con sobrepeso u obesidad pueden tener pliegues cutáneos donde la humedad se acumula, creando un ambiente propicio para el crecimiento de la Cándida.
- Higiene deficiente: La falta de higiene adecuada, especialmente en áreas propensas a la humedad, como la entrepierna, puede aumentar el riesgo de infección por Cándida.
- Uso de corticosteroides: Los medicamentos que contienen corticosteroides pueden debilitar el sistema inmunitario y aumentar el riesgo de Candidiasis.
- Hábitos alimentarios: Una dieta alta en azúcares y carbohidratos refinados puede promover el crecimiento de Cándida.
- Ropa ajustada: El uso de ropa ajustada que atrapa la humedad puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de Cándida en áreas como la entrepierna.
Es importante recordar que la presencia de uno o más de estos factores de riesgo no garantiza el desarrollo de Candidiasis, pero sí aumenta las probabilidades. Si tienes preocupaciones sobre la Candidiasis, es importante hablar con un médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
Síntomas de la Candidiasis
Los síntomas de la Candidiasis varían según el tipo de infección de que se trate.
La Candidiasis oral incluye:
- Manchas blancas en la boca o la garganta.
- Dolor e inflamación en la boca o la garganta.
- Dificultad para tragar.
Los síntomas de la Candidiasis vaginal incluyen:
- Picazón, ardor y dolor en la vagina y la vulva.
- Irritación y enrojecimiento de la vagina y la vulva.
- Flujo vaginal blanco y espeso.
Los síntomas de la Candidiasis cutánea incluyen:
- Sarpullido rojo, con picazón e irritación.
- La erupción puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en los pliegues de la piel, como las axilas o la ingle.
Los síntomas de la Candidiasis invasiva incluyen:
- Fiebre
- Escalofríos.
- Dolor en el pecho.
- Dificultad para respirar.
Tratamiento natural para la Cándida
El tratamiento holístico y natural para la Cándida se centra en abordar las causas subyacentes del crecimiento excesivo de Cándida y apoyar el sistema inmunológico. Esto puede incluir una combinación de cambios en la dieta, suplementos, estilo de vida y manejo del estrés.
Dieta
Una de las cosas más importantes que se puede hacer para tratar la Cándida es seguir una dieta anti fúngica. Esto significa eliminar los alimentos que alimentan la Cándida, como azúcares, levaduras y alimentos procesados. También es importante comer alimentos ricos en fibra, que ayudan a mantener un sistema digestivo saludable.
Algunos ejemplos de alimentos que se deben evitar son:
- Azúcar blanco y moreno.
- Jarabe de maíz alto en fructosa.
- Productos horneados y cereales.
- Frutas con alto contenido de azúcar.
- Alcohol, fermentaciones alcohólicas.
- Alimentos procesados.
- Carnes rojas y aves de corral.
- Productos lácteos.
- Setas, hongos.
Suplementos que ayudan a tratar la Candidiasis
Hay una serie de suplementos que pueden ayudar a tratar la Cándida de forma natural. Algunos de los más comunes incluyen:
- Probióticos: Los probióticos son bacterias beneficiosas que ayudan a mantener un sistema gastrointestinal saludable. Pueden ayudar a combatir el crecimiento excesivo de Cándida.
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- Antimicóticos naturales: Hay una serie de antimicóticos naturales que pueden ayudar a matar la Cándida. Algunos ejemplos incluyen el Ajo Negro, el aceite de Orégano y el extracto de semilla de Pomelo.
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- Enzimas digestivas: Las enzimas digestivas pueden ayudar a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes. Esto puede ayudar a reducir los síntomas de la Cándida.
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Estilo de vida
Además de los cambios en la dieta y los suplementos, hay una serie de cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a tratar la Cándida naturalmente. Estos incluyen:
- Reducir el estrés: El estrés debilita el sistema inmunológico y hace que sea más susceptible a las infecciones por Cándida.
- Dormir lo suficiente: Dormir lo suficiente es esencial para un sistema inmunológico saludable.
- Hacer ejercicio con regularidad: El ejercicio regular ayuda a mejorar la circulación y el sistema inmunológico.
Manejo del estrés
El estrés es un factor importante en el crecimiento excesivo de la Cándida. Es importante encontrar formas de reducir el estrés. Algunas técnicas útiles incluyen:
- Meditación
- Yoga
- Respiraciones profundas
- Ejercicio
- Pasar tiempo en contacto con la naturaleza
Conclusiones
Es cierto que la mayoría de los microorganismos patógenos que nos rodean no buscan atacarnos de forma intencionada. En realidad, su objetivo es simplemente sobrevivir en un entorno que puede ser hostil para ellos.
Imaginemos a dos personas en una misma sala, una con un estilo de vida saludable y otra con hábitos poco saludables. Ambas estarán expuestas a los mismos microorganismos presentes en el aire. Sin embargo, la respuesta de su organismo será muy diferente.
En la persona sana, con una dieta rica en nutrientes y un bajo nivel de estrés, el sistema inmunológico estará en plena forma. Esto significa que podrá reconocer y combatir eficazmente cualquier patógeno que ingrese en su organismo, evitando que cause una infección. A parte, en una persona con un buen medio, con una buena homeostasis puede ocurrir que ese mismo microorganismo no tenga la necesidad de atacar y sea inocuo para la persona, es decir cabe la posibilidad que el sistema inmune no tenga que intervenir.
Por otro lado, la persona con una mala alimentación y altos niveles de estrés tendrá un sistema inmunológico debilitado. Esto crea un entorno más favorable para el crecimiento y la proliferación de los microorganismos patógenos. En este caso, es más probable que el patógeno cause una infección, ya que el organismo no tiene las defensas necesarias para combatirlo. A parte de no tener las defensas necesarias ese microorganismo se va a encontrar en un sitio hostil, tóxico y inherentemente va a tener la necesidad de infectar y proliferar para poder sobrevivir.
La clave para mantener una buena salud no reside en eliminar por completo los microorganismos, ya que son imprescindibles para la vida. De hecho, nuestro organismo está plagado de ellos, tanto bacterias como virus, que superan en número a nuestras propias células.
El objetivo debe ser mantener un equilibrio en la microbiota, es decir, la comunidad de microorganismos que habitan en nuestro organismo. Cuando este equilibrio se rompe, por ejemplo por una mala alimentación o un estilo de vida inadecuado, es cuando aumenta el riesgo de sufrir enfermedades.
Eliminar indiscriminadamente a los microorganismos no es la solución. De hecho, puede ser contraproducente. Los antibióticos, por ejemplo, son herramientas útiles para combatir las infecciones bacterianas, pero su uso excesivo puede generar resistencia a los antibióticos, un problema cada vez más grave.
La mejor manera de mantener controlados a los microorganismos patógenos es fortalecer nuestro sistema inmunológico y equilibrar nuestra homeostasis. Esto se consigue a través de una dieta saludable, ejercicio regular, un buen manejo del estrés y un estilo de vida sano y equilibrado.