Hashimoto
Tanto el Hipotiroidismo como el Hipertiroidismo, son dos afecciones que tienen como punto en común…
El paso del verano, habitualmente, suele dejarnos con algunos kilos de más y un descenso de la disciplina diaria. La falta de una rutina diaria, los cambios en la alimentación, las comidas más relajadas y distendidas e incluso el mayor consumo de alcohol, son algunas de las principales causas de este estado post-vacacional.
Estos excesos veraniegos, producto de días de mala alimentación e inactividad, pueden corregirse con algunos consejos y la incorporación de nuevos hábitos saludables. A la hora de limpiar y depurar el organismo, los hábitos sanos como volver a los horarios de sueño habituales, recuperar una buena alimentación, y volver a hacer deporte diariamente, son la mejor alternativa para dar el primer, y tan difícil paso.
Estos son los principales consejos para comenzar a desintoxicar el organismo y volver a estar en forma:
Añadir una simple ensalada para acompañar el plato principal del día ayuda a ingerir agua e importantes nutrientes como fibras y vitaminas a la alimentación.
Una de las principales recomendaciones es alternar y variar los ingredientes para poder ingerir diferentes tipos de vitaminas y minerales. También es posible optar por consumir la menor cantidad de carne posible, suplantándola por verduras o alimentos más livianos.
La incorporación de ensaladas y el mayor consumo de vegetales, no solo ayuda a disminuir la sensación de hambre en las comidas sino que además son grandes fórmulas para complementar la desintoxicación de organismo.
Finaliza una estación, el verano, y el cambio se siente en el aire. Impulsarse y aprovechar ese cambio es una gran oportunidad para modificar la rutina de entrenamiento, cambiar de deporte o bien reorganizar los objetivos y metas planteados para el año. El primer paso es evaluar el entrenamiento personal, el objetivo que se pretende alcanzar y plantear nuevos desafíos.
Sabemos que no podemos cambiar la historia pero sí mentalizarnos en lo que vamos a comer. Por eso es importante olvidar todos los excesos de las vacaciones y planificar días de cuidados alimentarios en función de los objetivos y del entrenamiento. Debemos comprender que una cena ligera no compensa una comida pesada y que para que el plan de recuperación nutricional funcione, deberá comprender varias comidas, desayunos y cenas para poder ayudarnos a regresar al estado previo a las vacaciones.
Otro factor importante al hablar del éxito de un plan nutricional y de bajar de peso, es la actitud. Obsesionarnos por adelgazar solo logrará dificultar la pérdida de grasa. Debemos evitar el estrés y enfocarnos en desarrollar un plan alimenticio factible y pensar a medio-largo plazo.
Si bien es importante cumplir con la cantidad de comidas diarias recomendadas, también es cierto que es mucho más saludable incorporar comidas más completas y energéticas durante la mañana y reducirlas en las últimas horas del día, debiendo comer más ligero. Esto se debe principalmente a que las necesidades nutricionales varían a lo largo del día y además, las comidas pesadas durante la noche pueden provocar trastornos en el sueño, sobrepeso y malas digestiones.
Algunos ejemplos sencillos de cenas ligeras son: revuelto de champiñones y espinacas, berenjenas rellenas de verduras, o creps integrales de verduras con salsa de yogur de soja.
Los cereales integrales colaboran en gran medida en la desintoxicación del organismo. Además, agregados en el desayuno, se convierten en una gran fuente de energía.
El arroz integral, por ejemplo, es una opción muy completa en fibra y en vitaminas.
También es una buena opción la pasta integral.
Revisar las rutinas diarias también tiene que permitir un espacio y horario destinado al deporte y a entrenar. Las largas jornadas de trabajo ya no son una excusa ya que realizar ejercicio en horarios poco habituales, como por ejemplo de noche y antes de dormir, permite mejorar la conciliación del sueño y es igual de efectivo que practicarlo por la mañana.
Los beneficios del entrenamiento dependen del deportista, sus hábitos y costumbres y pueden incrementarse a partir de la práctica y la rutina. Además, la práctica deportiva ayuda a dormir mejor y esto es ideal para la reparación de tejidos y el buen funcionamiento de sistemas, como por ejemplo el digestivo.
El desayuno es la comida más importante del día. Debe aportarnos energía y suficientes nutrientes para toda la jornada. Para que sea variado y realmente saludable se recomienda optar por alimentos alcalinos, como frutas y verduras. Al incorporar una pieza de fruta y de verdura en el desayuno se ayuda a enriquecer en vitaminas la dieta y a fortalecer el sistema inmunológico.
Además las frutas y verduras tienen un contenido calórico bajo lo que las vuelve perfectas para dietas de adelgazamiento. También se recomienda medir el consumo de café.
Otra cosa de la que quizás nos olvidamos en verano es la de cuidar nuestra piel.
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo, al ser un órgano externo, la piel se encuentra expuesta a todos los tóxicos y peligros externos, como por ejemplo al humo, el polvo, la humedad, el frío, radiaciones, rayos solares, insolación, y por descontado, al calor del verano.
Proteger este órgano es fundamental para nuestra salud, por ello, vamos a comentar algunos consejos para recuperar y cuidar la piel después del verano.
En verano pasamos mucho tiempo bajo la incidencia de los rayos ultravioletas del sol, lo que es peligroso si no nos protegemos adecuadamente.
La piel sufre varios cambios durante el verano según los diferentes tipos de piel:
Piel mixta y grasa
El funcionamiento de las glándulas seborreicas se incrementa, obturando los poros, lo que produce un aumento de los cuadros de acné, aparecen eczemas, también potencia la seborrea (grasa) del cuero cabelludo y se puede sentir picor e irritación en todo el cuerpo.
Piel seca
En cambio si la piel es seca tiene un aspecto hidratado durante el verano. No obstante, la playa también reseca la piel, así como también lo hace el cloro de la piscina y si se sufre de rosácea, sus síntomas pueden enfatizarse con la exposición a los rayos solares.
Al comenzar con la rutina diaria, el colegio de los niños, el trabajo y las tareas del hogar, etc., se puede volver a perder brillo, luminosidad y elasticidad en la piel, pero hay varios tratamientos que pueden mejorarla después de las vacaciones:
Con este tratamiento además de prolongar el bronceado, eliminamos células muertas.
En verano se suele abusar de estas dos sustancias e igualmente se debe disminuir su consumo, puesto que aumenta tanto la aparición de manchas como de arrugas.
Así como incrementar la ingestión de agua o té. Alimentarnos adecuadamente e ingerir suficientes líquidos, desintoxica nuestro organismo y nos mantiene debidamente hidratados.
Puedes aplicarte algunas mascarillas naturales caseras (de miel, pepino, coco, …) para recuperar y cuidar la piel después del verano.
También es muy importante consumir Vitamina C y emplear Ácido Hialurónico para renovar nuestra piel y evitar las arrugas.