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Alimentos Antiinflamatorios

Alimentos Antiinflamatorios

En más ocasiones de las que podemos imaginar, prevenir o reducir la inflamación pasa por saber escuchar a nuestro cuerpo. Es importante conocer qué factores son los que aumentan y cuáles reducen la respuesta inflamatoria del organismo.

Si además la inflamación es crónica, estamos ante enfermedades o problemas serios de salud. Lo importante es tomar conciencia de que una inflamación interna puede poner en peligro la salud, la composición corporal y nuestra vitalidad.

Realmente no nos imaginamos la cantidad de alimentos antiinflamatorios que consumimos a diario. Pero antes de entrar en materia veamos que es la inflamación y que la causa.

¿Qué es la inflamación?

Es la respuesta automática e inmunológica del organismo ante un estímulo perjudicial en potencia. La referida reacción del organismo protege al organismo, muchas veces, de daños peores.

La inflamación es una reacción corporal natural y esencial al trauma, lesión o infección. Las citocinas son los elementos liberados por el organismo como respuesta inflamatoria.

Hay tres clases de estímulos que pueden provocar una inflamación:

  1. Mecánicos, como la presión y el calor.
  2. Químicos, como los alérgenos y las toxinas.
  3. Biológicos, entre los que se encuentran los hongos y las bacterias patógenas.

La inflamación siempre presenta cinco síntomas típicos: hinchazón, enrojecimiento, pérdida de la función de la parte afectada, dolor y calor.

El tipo de alimentos que ingerimos, el ejercicio físico que realizamos y la manera en la que logramos controlar el estrés, permiten luchar contra la inflamación eficazmente.

La concentración de células inmunológicas, de agua y de flujo sanguíneo sobre las zonas del organismo inflamadas, son características de este tipo de afecciones, y ayudan a que en poco tiempo el tejido comprometido se recupere de la inflamación, sin importar la causa que la generó.

¿Cuándo la inflamación debe preocupar?

La inflamación es un proceso totalmente normal. Sin embargo, el problema comienza cuando la inflamación se vuelve crónica.

Existen varios signos para ver que hay algo que no funciona correctamente: problemas digestivos continuados (gases, hinchazón, estreñimiento, alergias alimentarias, …), dificultad para perder peso, fatiga, dolores en la boca o en el pecho, dolor articular y/o abdominal, fiebre, erupciones cutáneas, etc.

La inflamación es un mecanismo de defensa del organismo: el sistema inmune reconoce células dañadas, irritantes y/o patógenos, y comienza el proceso de curación.

¿Qué causa la inflamación crónica?

Hay una gran multitud de factores que desembocan en mantener un estado proinflamatorio continuo. Entre ellos tenemos:

  • Patologías diversas: asma, úlceras, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, sinusitis.
  • Obesidad, cuanto mayor es la grasa (sobre todo a nivel visceral) mayor será el grado de inflamación.
  • Mala alimentación.
  • Ciertos medicamentos o tratamientos farmacológicos.
  • Hábitos de vida, como el sedentarismo, tabaquismo, alcohol, etc.
  • Exposición a tóxicos ambientales.

No intervenir ni reducir estos factores de riesgo que elevan el estado inflamatorio puede incidir en enfermedad cardíaca, diabetes u otras enfermedades crónicas.

Si especificamos las circunstancias desencadenantes de la inflamación a causa de una mala alimentación se encuentran:

  • Consumo excesivo de carbohidratos.
  • Ingesta elevada de gluten.
  • Dietas demasiado ricas en grasas omega 6, es decir, en aceites vegetales.
  • Déficit de nutrientes.

Alimentos antiinflamatorios

Existen alimentos antiinflamatorios con sólidas evidencias científicas, ya que, en la mayoría de casos, cuentan con las enzimas que se requieren para combatir procesos inflamatorios y su sintomatología.

Especias, verduras y frutas como la cúrcuma, el brócoli, la cebolla, la papaya, la coliflor y el té verde, respectivamente son sólo algunos que destacan por sus propiedades antiinflamatorias.

  1. Cúrcuma

Es una especia muy utilizada en la cocina hindú y asiática. Es famosa por sus propiedades antioxidantes, además de anticancerígenas y antidepresivas.

Se recomienda el uso de la Cúrcuma en personas que sufren dolores generados por reumatismo, fibromialgia o fatiga crónica, entre otras tantas dolencias crónicas como el Alzheimer.

La Cúrcuma bloquea las moléculas NF-kB. El nivel de efectividad que alcanza es tal que existen estudios científicos que llegan a compararlo con el de ciertos fármacos antiinflamatorios, con la ventaja adicional de no presentar contraindicaciones.

Es importante tener en cuenta que se debe acompañar con una poco de pimienta negra, con el fin de mejora la absorción.

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  1. Cebolla

La cebolla es recomendada para inflamaciones del aparato respiratorio y del tracto urinario, por sus propiedades depurativas, antisépticas y diuréticas.

También contiene flavonoides que previenen la oxidación de ácidos grasos y sirven para eliminar los radicales libres que reducen significativamente la inflamación de todo el organismo.

  1. Aceite de Oliva

El Aceite de Oliva entre su composición de ácidos grasos destaca debido a que más del 70% provienen de grasas monoinsaturadas. Además de ser un buen protector cardiovascular, aporta vitaminas K y E.

El Aceite de Oliva Vírgen Extra contiene Oleocanthal, un tipo de polifenol característico de los aceites vírgenes, y que es el principal elemento con acción antioxidante y características para reducir la inflamación crónica.

Su aporte de ácidos grasos Omega 6 es muy reducido. Un consumo excesivo de éstos, frente a los Omega 3, puede derivar en un estado proinflamatorio.

  1. Nueces

Comer de manera frecuente nueces puede reducir marcadores de inflamación sanguíneos, como la proteína C-reactiva (CRP) y la interleucina 6 (IL6).

En una reciente investigación se fueron tomando muestras de sangre de los sujetos para ir analizando dichos marcadores. Las personas que tomaron al menos 5 veces a la semana nueces, poseían un 20% menos de CRP en comparación con aquellas personas que no solían ingerir este alimento. Por su parte, poseían también un 16% menos de IL6, otro parámetro asociado a un estado proinflamatorio.

  1. Pescado Azul

El pescado azul es una extraordinaria fuente de ácidos grasos esenciales Omega 3. Las grasas Omega 3 de cadena extra larga EPA y DHA ayudan a reducir la inflamación al apoyar la producción de prostaglandinas antiinflamatorias, poderosas sustancias con función reguladora sobre procesos fisiológicos.

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  1. Papaya y Piña

Ambas frutas son ricas en vitaminas C y E, así como un excelente y efectivo alimento antiinflamatorio, altamente recomendado para el tracto digestivo.

También se caracterizan por su gran contenido de Papaína en la papaya y de Bromelina en la piña, enzimas que ayudan en la digestión de las proteínas por lo que la mejoran mientras reducen la inflamación.

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  1. Brócoli

El Brócoli es una verdura, perteneciente a la familia de las crucíferas, que contiene Quercetina, un excelente antiinflamatorio, anticancerígeno, alcalinizante y antioxidante.

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  1. Jengibre

Del mismo modo que sucede con la Curcumina, el Jengibre realiza la función de potente antiinflamatorio inhibidor de la enzima COX-2.

Las investigaciones científicas realizadas al efecto determinan que la ingesta de Jengibre tiene la capacidad de reducir los marcadores inflamatorios en solo 7 días.

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  1. Semillas de lino

Consumir semillas de lino resulta altamente favorable para las personas que padecen artritis reumática dadas sus propiedades antiinflamatorias.

Asimismo, sirven para reducir los dolores articulares y favorecer una mayor movilidad.

La razón de que esto ocurra es que las semillas cuentan con gran cantidad de ácidos grasos Omega 3 de origen vegetal, los cuales propician la producción de prostaglandinas PG3, dotadas de actividad antiinflamatoria.

  1. Ajo negro

El Ajo negro se obtiene de la transformación del ajo blanco a través de un proceso de control de la humedad y de la temperatura constante durante un período de tiempo prolongado.

En cuanto a sus propiedades, posee las mismas del ajo crudo pero con mayor potencial, al verse incrementadas sus concentraciones, entre ellas la antiinflamatoria, pues el ajo es uno de los alimentos con mayor poder antiinflamatorio que existe.

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