Combatir el Acné de forma natural

El Acné es una afección cutánea común que afecta a las glándulas sebáceas de la piel. Estas glándulas producen una sustancia aceitosa llamada Sebo, que ayuda a mantener la piel y el cabello lubricados. El Acné ocurre cuando los folículos pilosos se obstruyen con Sebo y células cutáneas muertas, lo que resulta en la formación de espinillas, puntos negros, pústulas y quistes. Generalmente, el Acné se presenta en áreas donde hay una alta concentración de glándulas sebáceas, como la cara, la espalda y el pecho.

El Acné puede afectar a personas de cualquier edad, y aunque lo asociamos a adolescentes y jóvenes, puede darse en personas adultas por situaciones como el estrés o la alimentación.

Aunque las causas exactas del Acné no se conocen del todo, se sabe que existen algunos factores que pueden influir en el desarrollo de Acné, como:

• Producción excesiva de Sebo: Las glándulas sebáceas pueden producir más Sebo de lo normal, lo que contribuye a la obstrucción de los folículos pilosos.
• Células cutáneas muertas: Las células cutáneas muertas pueden acumularse en los folículos pilosos, contribuyendo a la obstrucción y al desarrollo de espinillas.
• Bacterias: La bacteria Propionibacterium Acnes, que normalmente se encuentra en la piel, puede proliferar en los folículos obstruidos, causando inflamación y formación de pústulas.
• Cambios hormonales: Las fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante la pubertad, el embarazo y el ciclo menstrual, pueden aumentar la producción de Sebo y contribuir al Acné.
• Factores genéticos: La predisposición genética puede hacer que algunas personas sean más propensas al desarrollo de Acné.
• Uso de productos comedogénicos: Algunos productos para el cuidado de la piel o cosméticos pueden obstruir los poros y contribuir al desarrollo de Acné.
• Fricción o presión constante en la piel: La fricción continua o la presión en la piel, como el roce constante con ropa ajustada o el contacto constante con objetos que presionan la piel, pueden contribuir al Acné.
• Alimentación inadecuada

La relación entre el intestino y el Acné

El intestino desempeña un papel crucial no solo en el proceso digestivo, sino también en el sistema inmunológico. La microbiota intestinal tiene la capacidad de influir en diversos aspectos de nuestra salud, como el metabolismo, la digestión, la absorción de nutrientes, la resistencia a las infecciones, la producción de hormonas y neurotransmisores, así como la regulación del apetito y del estado de ánimo.

Cuando la microbiota intestinal mantiene un equilibrio y diversidad adecuados, se denomina Eubiosis, indicando una armoniosa coexistencia entre microorganismos beneficiosos y patógenos. No obstante, cuando la microbiota intestinal sufre desequilibrios o se empobrece, se conoce como Disbiosis, señalando un predominio de microorganismos perjudiciales o patógenos.

Es importante destacar que el estado de la microbiota intestinal puede tener implicaciones en la salud de la piel, incluyendo la propensión al Acné. La presencia de Disbiosis o desequilibrios en la microbiota intestinal puede ser ocasionada por diversos factores, como una dieta carente de fibra y rica en azúcares y grasas, el uso prolongado de antibióticos u otros medicamentos, infecciones intestinales o la exposición al estrés crónico.

La Disbiosis intestinal y el Acné

La Disbiosis puede incidir en el Acné de diversas maneras:

• Aumento de la inflamación: La Disbiosis puede comprometer la integridad de la barrera intestinal, facilitando la entrada de sustancias tóxicas o alergénicas al torrente sanguíneo. Esto puede desencadenar una respuesta inflamatoria sistémica que se refleje en la piel, dando lugar a la aparición o exacerbación del Acné.
• Alteración hormonal: La Disbiosis puede influir en la producción o el metabolismo de hormonas clave relacionadas con el Acné, como los Andrógenos, Estrógenos e Insulina. Los Andrógenos estimulan la producción de Sebo y la obstrucción de los poros, mientras que los Estrógenos tienen un efecto protector en la piel. La Insulina, que regula los niveles de glucosa en sangre, puede aumentar la inflamación y la producción de Sebo. La Disbiosis puede incrementar los Andrógenos, reducir los Estrógenos o inducir resistencia a la Insulina, favoreciendo así el Acné.
• Modificación del estado de ánimo: La Disbiosis puede afectar la producción o el metabolismo de neurotransmisores, como la Serotonina, Dopamina y GABA, que influyen en el estado de ánimo. Esto puede dar lugar a estados de ansiedad, depresión o estrés, los cuales se han asociado con la aparición del Acné.

Es importante destacar que la alimentación puede desempeñar un papel positivo en la gestión del Acné cuando hay una Eubiosis o equilibrio en la microbiota intestinal. Esto se logra mediante una dieta saludable y equilibrada, la prevención y el tratamiento de infecciones intestinales, y la gestión del estrés.

El uso de cremas antiAcné puede tener efectos limitados si no se presta atención a la alimentación y su impacto en el intestino. Estas cremas pueden ofrecer resultados a corto plazo, siempre y cuando sean efectivas, pero su eficacia puede depender en gran medida del cuidado integral de la salud cutánea, incluida una atención adecuada a la microbiota intestinal.

Alimentos a evitar con Acné

Hay algunos alimentos que pueden empeorar la situación o favorecer la aparición de Acné. Estos son algunos de los alimentos a evitar si se tiene Acné:

• Los alimentos con alto índice glucémico: El alto índice glucémico, el aumento de la carga glucémica y la ingesta de carbohidratos tienen un efecto proacnegénico. Favorece la aparición de Acné y dificulta su control.
• Los lácteos: Hay estudios científicos que han determinado como el consumo de leche, aún desnatada, aumentaba la aparición de Acné. Los componentes de los lácteos, como el suero lácteo y la caseína láctea, pueden aumentar los niveles de Insulina y el acceso a los receptores de Andrógenos, lo que contribuye al desarrollo del Acné.
• Las grasas trans y saturadas: Son las grasas más perjudiciales para la salud y también para la piel. Se encuentran principalmente en alimentos procesados, fritos o bollería industrial. Estas grasas pueden aumentar el colesterol malo, la inflamación y el estrés oxidativo, lo que puede dañar las células de la piel y favorecer el Acné.
• El alcohol: El consumo de alcohol puede afectar negativamente a la salud de la piel por varios motivos. Por un lado, el alcohol deshidrata el organismo y la piel, lo que puede provocar sequedad, irritación y descamación. Por otro lado, el alcohol puede alterar el funcionamiento del hígado, que es el órgano encargado de eliminar las toxinas del organismo. Esto puede provocar una acumulación de impurezas en la piel y favorecer el Acné.

Suplementos para mejorar el Acné

Los suplementos nutricionales para el Acné sirven para proporcionar aquellas vitaminas, minerales o extractos de plantas con propiedades que contribuyen en la mejora de la afección.

Vitaminas y minerales para mejorar el Acné

• Vitamina D: Unos buenos niveles de Vitamina D mejoran la resistencia a la insulina. Dado que este trastorno hormonal tiene gran relación con el Acné, los expertos recomiendan realizar una analítica y si se observa deficiencia, tomar suplementos, además de la exposición solar.

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• Vitaminas del grupo B: Las vitaminas del grupo B desempeñan un papel importante en la salud de la piel y, por ende, pueden influir en el Acné.

Algunas vitaminas específicas del grupo B que pueden tener beneficios para la piel son:

• • Vitamina B5 (Ácido Pantoténico): Se ha sugerido que el Ácido Pantoténico puede ayudar a controlar el Acné al regular la producción de Sebo. La Vitamina B5 está involucrada en la metabolización de los lípidos, y su deficiencia ha sido asociada con un aumento en la producción de Sebo.
  • Vitamina B6 (Piridoxina): La Vitamina B6 es esencial para el metabolismo de las proteínas y puede desempeñar un papel en la regulación hormonal. Algunos estudios sugieren que la Vitamina B6 podría ayudar a reducir los síntomas del Acné relacionados con fluctuaciones hormonales.
  • Vitamina B3 (Niacina o Niacinamida): Puede ayudar a mejorar la función barrera de la piel, reducir la inflamación y tener propiedades antioxidantes.

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• Vitamina A: Contribuye a regular la producción de Sebo, tiene propiedades antiinflamatorias que reducen la hinchazón y el enrojecimiento, promueve la renovación celular para prevenir la obstrucción de los poros y se utiliza en tratamientos tópicos para destapar poros y mejorar la textura de la piel.

Es esencial tener precaución con la dosis y, en el caso de las mujeres embarazadas, consultar a un profesional de la salud debido a posibles efectos adversos para el feto.

• Vitamina C: Sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres, reduciendo la inflamación y promoviendo la cicatrización de la piel. Además, la Vitamina C contribuye a la síntesis de Colágeno, mejorando la salud general de la piel y ayudando a prevenir la formación de cicatrices.

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• Zinc: Este mineral desempeña un papel crucial en la regulación de la función inmunológica, la reducción de la inflamación y la reparación de tejidos. Además, el Zinc puede controlar la producción de Sebo y tiene propiedades antibacterianas que pueden ayudar a combatir las bacterias asociadas con el Acné.

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• Picolinato de Cromo: Algunos estudios muestran que el Acné mejora cuando se sigue una dieta con índice glucémico bajo. El Picolinato de Cromo mejora el aprovechamiento de la glucosa y, junto con una dieta adecuada, puede ayudar a mejorar el Acné.

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Otros suplementos

1. Aceite de Onagra: El Aceite de Onagra es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y puede ser beneficioso para algunas personas con afecciones de la piel, como el Acné.

El Aceite de Onagra contiene Ácido Gamma-Linolénico (GLA), un tipo de ácido graso Omega 6, que se ha asociado con propiedades antiinflamatorias. Estas propiedades pueden ayudar a reducir la inflamación asociada con el Acné.

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2. Aceite de Borraja: El Aceite de Borraja es otra fuente de Ácido Gamma-Linolénico (GLA). Al igual que el Aceite de Onagra, se ha sugerido que el Aceite de Borraja podría ser útil en el tratamiento del Acné debido a estas propiedades antiinflamatorias.

Los resultados con este tipo de suplementación se aprecian a partir de las 10 semanas y es necesario acompañar de dieta sin grasas saturadas (fritos, bollería, etc.)

3. Probióticos: Los Probióticos son microorganismos beneficiosos que tienen efectos positivos en la salud, particularmente en el equilibrio de la microbiota intestinal y en el sistema inmunológico.

Como hemos comentado antes, algunas investigaciones sugieren que la salud intestinal puede influir en la piel, y por lo tanto, se ha planteado la hipótesis de que los Probióticos podrían desempeñar un papel en el manejo del Acné.

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4. Própolis: El Própolis es una sustancia resinosa que las abejas recolectan de los brotes de los árboles y usan para sellar y proteger sus colmenas. Se ha utilizado tradicionalmente con fines medicinales y tiene propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes. Algunas personas han explorado el uso del Própolis para mejorar el Acné debido a estas propiedades.

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5. Espirulina: La Espirulina, rica en antioxidantes como la Vitamina E, C y la Clorofila, protege la piel de radicales libres, reduciendo inflamación y promoviendo una piel sana. Además, su capacidad desintoxicante puede ayudar a reducir brotes de Acné y mejorar la apariencia cutánea. Esta alga es una fuente concentrada de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, proteínas y Omega 3, fortaleciendo la piel desde adentro hacia afuera para una mejor salud y claridad.

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Consejos para mejorar el Acné

Además de mantener una dieta equilibrada y variada para tratar el Acné, es fundamental adoptar otros hábitos saludables que favorezcan la salud de la piel y prevengan la aparición de brotes.

Algunos consejos prácticos son:

• Limpiar el rostro dos veces al día utilizando un producto suave y adecuado para el tipo de piel. Evitar el uso de jabones agresivos o exfoliantes que puedan irritar o resecar la piel. Secar el rostro con una toalla limpia y suave, sin frotar ni arrastrar.
• Hidratar la piel con una crema o gel libre de aceites y alcohol, especialmente formulada para pieles propensas al Acné. Evitar las cremas demasiado grasas o densas que puedan obstruir los poros o estimular la producción de sebo.
• Proteger la piel de la exposición solar utilizando un protector solar adaptado al tipo de piel y que no sea comedogénico, es decir, que no obstruya los poros.