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Resistencia a los antibióticos

Resistencia A Los Antibióticos

Los antibióticos han sido una de las mayores innovaciones en la historia de la medicina moderna. Desde que se descubrieron hace más de 80 años, han salvado innumerables vidas y han ayudado a tratar una gran variedad de enfermedades infecciosas.

Hoy por hoy, el desarrollo de bacterias resistentes a este tipo de medicamentos constituye una de las amenazas más serias para la salud pública. Las bacterias multi-resistentes causan 33.000 muertes al año en Europa y generan un gasto sanitario adicional de unos 1.500 millones de euros.

“La resistencia a los antibióticos puede ser la primera causa de muerte en 2050, y causar 10 millones de muertes en todo el mundo”

El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos es una de las principales causas de este problema en el que todos tenemos parte de responsabilidad y que ha llevado a una preocupante crisis global de resistencia a los antibióticos.

La solución también está en manos de todos.

En este artículo, examinaremos la importancia de los antibióticos, la resistencia que estamos creando a ellos y el riesgo que supone para el futuro de la salud del ser humano.

Algunos datos y cifras

  • La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo humano.
  • La resistencia a los antibióticos puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva.
  • La resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural, aunque el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y en los animales está acelerando el proceso.
  • Cada vez es mayor el número de infecciones, por ejemplo, neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis, cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.
  • La resistencia a los antibióticos prolonga las estancias hospitalarias, incrementa los costos médicos y aumenta la mortalidad.

¿Qué son los antibióticos?

Los antibióticos son medicamentos utilizados para tratar infecciones causadas por bacterias. Fueron descubiertos por Alexander Fleming en 1928, quien observó que el hongo Penicillium producía una sustancia que inhibía el crecimiento de bacterias.

Desde entonces, se han descubierto muchos tipos diferentes de antibióticos, cada uno con diferentes mecanismos de acción y efectos sobre diferentes tipos de bacterias.

Los antibióticos se utilizan para tratar una gran variedad de infecciones, incluyendo infecciones del tracto respiratorio, infecciones del tracto urinario, infecciones de la piel y enfermedades de transmisión sexual, entre otras. También se utilizan antes y después de cirugías para prevenir infecciones.

¿Por qué son importantes los antibióticos?

Los antibióticos son importantes porque nos permiten tratar infecciones bacterianas que, de lo contrario, podrían ser fatales. Antes de que se descubrieran los antibióticos, las infecciones bacterianas eran una de las principales causas de muerte. También han sido fundamentales en la lucha contra enfermedades infecciosas como la tuberculosis y la meningitis.

Además, los antibióticos nos permiten realizar procedimientos médicos avanzados que de otra manera serían imposibles. Las cirugías, los trasplantes de órganos y la quimioterapia son solo algunos ejemplos de procedimientos que dependen del uso de antibióticos para prevenir infecciones.

¿Cómo se crea la resistencia a los antibióticos?

La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias evolucionan y desarrollan mecanismos para resistir los efectos de los antibióticos. Esto ocurre de forma natural con el tiempo, pero el uso excesivo e inapropiado de los antibióticos ha acelerado el proceso.

Cuando se utilizan antibióticos para tratar una infección, las bacterias sensibles a los antibióticos son eliminadas, pero algunas bacterias resistentes pueden sobrevivir. Estas bacterias resistentes mutan y se reproducen transmitiendo su resistencia a sus descendientes. Cuanto más se utilizan los antibióticos, más se seleccionan las bacterias resistentes, lo que lleva a la propagación de la resistencia.

Por ejemplo, cuando se utilizan antibióticos para tratar infecciones virales como la gripe, que no son causadas por bacterias, no tienen ningún efecto en el virus pero pueden matar bacterias útiles en nuestro organismo, lo que permite que las bacterias resistentes ocupen ese espacio y se reproduzcan.

El uso de antibióticos en la agricultura también contribuye a la resistencia. Los antibióticos se utilizan en la cría de animales para prevenir y tratar enfermedades, y esto ha llevado a la propagación de la resistencia a los antibióticos en los animales y en el medio ambiente. Las bacterias resistentes pueden transmitirse a los seres humanos a través de la cadena alimentaria, y esto conlleva la propagación de la resistencia.

¿Cuál es el riesgo de la resistencia a los antibióticos?

La resistencia a los antibióticos es un problema grave que tiene consecuencias para la salud pública. Las infecciones resistentes a los antibióticos son más difíciles de tratar y pueden requerir tratamientos más largos, más costosos y con más efectos secundarios.

Son las bacterias, y no los seres humanos ni los animales, las que se vuelven resistentes a los antibióticos. Estas bacterias fármaco-resistentes pueden causar infecciones en el ser humano y en los animales y esas infecciones son más difíciles de tratar que las no resistentes.

La investigación bacteriológica a lo largo de los últimos años demuestra la rápida progresión de la resistencia bacteriana a los antibióticos. En efecto, cada vez que se ha empleado un nuevo antibiótico las bacterias se han adaptado a él con mayor rapidez, necesitando en general sólo de dos a cuatro años para desarrollar nuevos mecanismos de defensa.

Aunque para cada nueva forma de resistencia la industria farmacéutica ha proporcionado un nuevo antibiótico, actualmente se ha llegado a una situación en que no se comercializa ninguna nueva clase de antibióticos, es decir, ninguna capaz de atacar una nueva bacteria, aunque se van produciendo modificaciones estructurales en moléculas de las diversas familias de estos fármacos. A pesar de ello nuestra reserva de antibióticos no es suficiente, ya que se presentan cepas capaces de resistirlos todos.

Es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar los antibióticos. Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales, la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza de cara al futuro. Los cambios de comportamiento también deben incluir medidas destinadas a reducir la propagación de las infecciones, a través de la vacunación, el lavado de las manos, la seguridad de las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.

 ¿Cómo podemos abordar la resistencia a los antibióticos?

Para abordar la resistencia a los antibióticos, es importante tomar medidas tanto a nivel individual como a nivel mundial.

A nivel individual, es importante usar los antibióticos de manera responsable. Esto significa tomar los antibióticos según las indicaciones de su médico y no compartirlos con otros. También es importante no tomar antibióticos cuando no son necesarios, como en el caso de las infecciones virales.

A nivel mundial, es necesario tomar medidas para reducir el uso de antibióticos en la agricultura y limitar su uso en la cría de animales. También es importante invertir en la investigación y el desarrollo de nuevos antibióticos y tratamientos alternativos para enfermedades infecciosas.

Otras medidas incluyen mejorar la higiene y el saneamiento para prevenir infecciones y reducir la propagación de bacterias resistentes. También es importante aumentar la conciencia pública sobre la resistencia a los antibióticos y la importancia de su uso responsable.

Para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos la población general podemos:

  • Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado.
  • No pedir antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios.
  • Seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos.
  • No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros.
  • Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.
  • Preparar los alimentos en condiciones higiénicas tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS:
    • mantener la limpieza de los alimentos
    • separar alimentos crudos y cocinados
    • cocinar los alimentos de forma adecuada
    • mantener los alimentos a temperaturas seguras
    • usar agua y materias primas inocuas
    • elegir alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento ni de prevenir enfermedades en animales sanos.

Respuesta de la OMS

La lucha contra la resistencia a los antibióticos es de alta prioridad en el seno de la Organización Mundial para la Salud (OMS). La Asamblea aprobó en Mayo de 2015 un plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM), incluida la resistencia a los antibióticos.

Su finalidad es asegurar que se pueda seguir previniendo y tratando enfermedades infecciosas por medio de fármacos eficaces y seguros.

El plan de acción contiene cinco objetivos estratégicos:

  1. Mejorar la sensibilización y los conocimientos en materia de resistencia a los antimicrobianos.
  2. Reforzar la vigilancia y la investigación.
  3. Reducir la incidencia de las infecciones.
  4. Optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos.
  5. Asegurar que se realicen inversiones sostenibles en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.

En la Asamblea General de las Naciones Unidas de Septiembre de 2016, los Jefes de Estado se comprometieron a abordar de forma amplia y coordinada las causas profundas de la RAM en diferentes sectores, en particular los de la salud humana, la salud animal y la agricultura. La OMS está prestando apoyo a los Estados Miembros en la elaboración de planes de acción nacionales sobre la RAM basados en el plan de acción mundial.

Conclusiones

Los antibióticos han sido una de las mayores innovaciones en la historia de la medicina moderna, pero el uso excesivo e inapropiado de los antibióticos ha llevado a una preocupante crisis global de resistencia a los antibióticos.

La resistencia a los antibióticos es un problema grave que tiene consecuencias para la salud pública, la economía y la seguridad a largo plazo.

Es importante tomar medidas tanto a nivel individual como a nivel mundial para abordar la resistencia a los antibióticos y asegurarnos de que los antibióticos sigan siendo eficaces en el tratamiento de enfermedades infecciosas.

La prevención de infecciones y el uso responsable de los antibióticos son claves para reducir la propagación de la resistencia a los antibióticos. Los pacientes deben seguir las indicaciones de su médico y tomar los antibióticos solo cuando sea necesario. Los médicos deben limitar la prescripción de antibióticos a situaciones en las que se necesiten para tratar infecciones bacterianas y no virales. Además, las empresas farmacéuticas y los investigadores deben trabajar para desarrollar nuevos antibióticos y tratamientos alternativos para combatir la resistencia.

También es necesario abordar el uso de antibióticos en la agricultura y limitar su uso en la cría de animales.

Los gobiernos y las organizaciones internacionales deben tomar medidas para regular y reducir el uso de antibióticos en la agricultura.

En última instancia, la lucha contra la resistencia a los antibióticos es un problema complejo que requiere la colaboración de todos los sectores, incluyendo la industria, la medicina, la agricultura y los gobiernos. Solo trabajando juntos podemos proteger la eficacia de los antibióticos y garantizar que estén disponibles para las generaciones futuras.

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