Grounding o Earthing
La práctica conocida como Grounding, Earthing o simplemente caminar descalzo implica establecer una conexión directa con la superficie terrestre, y se postula que conlleva una serie de beneficios para la salud. A pesar de que la idea pueda sonar peculiar, numerosos estudios científicos respaldan la eficacia del Grounding en diversos aspectos relacionados con el bienestar.
Al caminar descalzo sobre la Tierra, se establece un contacto directo con la energía natural del suelo. Esta conexión ha sido asociada con la reducción del estrés, un fenómeno respaldado por investigaciones que sugieren que la práctica del Grounding puede tener efectos positivos en la respuesta del cuerpo al estrés, en la regulación de hormonas relacionadas, en reducir la inflamación crónica y en mejorar la circulación y la calidad del sueño.
En qué se basa el Grounding
El modo de vida contemporáneo ha generado una separación entre los seres humanos y el contacto directo con la tierra. Investigaciones recientes sugieren que esta desconexión de la superficie terrestre podría ser un factor significativo en la disfunción fisiológica y el malestar.
La superficie de la Tierra alberga un suministro inagotable de electrones libres y actúa como un conductor eléctrico, a excepción de las áreas extremadamente áridas como los desiertos. Su potencial negativo se mantiene a través del circuito eléctrico atmosférico global. La creciente evidencia respalda la idea de que este potencial negativo terrestre puede establecer un entorno bioeléctrico interno propicio para el funcionamiento normal de todos los sistemas del cuerpo. Además, las variaciones en la intensidad de este potencial podrían desempeñar un papel crucial en la regulación de los relojes biológicos que controlan los ritmos diurnos del cuerpo, como la secreción de cortisol.
Los electrones provenientes de moléculas antioxidantes tienen la capacidad de neutralizar las especies reactivas de oxígeno (ROS), comúnmente conocidas como radicales libres, que participan en respuestas inmunitarias e inflamatorias del cuerpo. Para contrarrestar los radicales libres producidos diariamente en procesos biológicos, necesitamos un suministro constante de electrones.
Históricamente, los humanos caminaban mayormente descalzos o utilizaban calzado hecho con pieles de animales. Descansaban en el suelo o sobre pieles, permitiendo que los abundantes electrones libres del suelo ingresaran al cuerpo a través del contacto directo o de las pieles animales, conductores de electricidad. Este mecanismo permitía que el organismo se equilibrara con el potencial eléctrico de la Tierra, estabilizando así el entorno eléctrico de órganos, tejidos y células.
No obstante, la vida moderna nos ha alejado de este flujo natural de electrones libres. Por ejemplo, el uso cada vez más común de calzado con suelas de goma o plástico, en lugar de cuero, ha actuado como un aislante, distanciándonos del campo electromagnético terrestre. En paralelo, las últimas décadas han sido testigos de un marcado aumento en lo que se denomina enfermedades no transmisibles, que abarcan desde enfermedades cardiovasculares, autoinmunitarias y neurodegenerativas hasta diabetes tipo 2 y cáncer. Este fenómeno sugiere una conexión entre nuestro alejamiento de la conexión directa con la Tierra y el surgimiento de estas enfermedades crónicas.
Cómo funciona el Grounding
Los seres humanos operamos como sistemas eléctricos, y la regulación de nuestro cerebro, corazón, sistema hormonal y endocrino depende de señales bioeléctricas. En este complejo sistema bioeléctrico, los electrones libres desempeñan un papel crucial.
El oxígeno y sus especies reactivas, comúnmente conocidas como radicales libres, son productos altamente oxidativos derivados de los procesos metabólicos diarios en nuestro organismo. Por ejemplo, durante eventos traumáticos, los glóbulos blancos o leucocitos extraen electrones de las moléculas, desencadenando la destrucción de células dañadas y materiales, para luego permitir que las células regenerativas reparen los daños.
Los electrones libres presentes en la superficie de la Tierra cumplen una función crucial al neutralizar los millones de radicales libres generados diariamente en nuestro organismo durante este proceso oxidativo de cesión de electrones. Este mecanismo contribuye a estabilizar el oxígeno y a fagocitar las moléculas destruidas.
A pesar de que el oxígeno es esencial para la vida, la molécula de oxígeno en sí misma puede resultar extremadamente tóxica. Para contrarrestar esto, el organismo emplea diversos procesos antioxidantes para mantener bajas las concentraciones de oxígeno en los tejidos. Un exceso de oxígeno puede generar estrés oxidativo, y es aquí donde los electrones provenientes de la Tierra desempeñan un papel vital al actuar como potentes neutralizadores de los radicales libres. En conjunto, este proceso contribuye a mantener un equilibrio adecuado en el sistema bioeléctrico y a mitigar los posibles efectos negativos del estrés oxidativo en la salud.
Beneficios del Grounding
Entre los beneficios para la salud del Grounding o Earthing se encuentran los siguientes:
- Reduce las inflamaciones tanto crónicas como agudas.
- Mejora del flujo sanguíneo y puede disminuir la presión.
- Disminución del estrés: Se ha observado que el Grounding tiene un efecto positivo en el estrés normalizando los niveles de cortisol, calmando la actividad eléctrica cerebral, normalizando la tensión muscular, activando el sistema nerviosos parasimpático e incluso mejorando la variabilidad de la frecuencia cardíaca.
- Mejora de la calidad del sueño.
- Mejora de la cicatrización: Se ha observado que el Grounding o Earthing produce una aceleración del proceso de curación, ya sea de heridas, cirugías o quemaduras, probablemente resultado de la combinación de una disminución de la inflamación con una mejora de la circulación, que facilitaría la llegada de factores cicatrizantes al punto de trauma.
- Regula procesos fisiológicos: La toma de Tierra del organismo mejora la homeostasis calcio-fósforo, el control de la glucemia y la resistencia a la insulina y aumenta la liberación de la hormona tiroidea T4, aumentando con ello el metabolismo basal.
- Efecto anti-envejecimiento: El gran poder anti-oxidante del Grounding, derivado de su capacidad de neutralizar radicales libres, disminuye el efecto de estas moléculas en las células y tejidos con un efecto anti-envejecimiento.
Cómo hacer Grounding
Algunas maneras de practicar el Grounding son:
- Caminar descalzo: Pasear descalzo sobre la tierra, césped, arena o cualquier superficie natural es una forma simple de conectarse con la Tierra. Evite superficies artificiales como el cemento.
- Tocar la Tierra con las manos: Colocar las manos directamente sobre el suelo mientras está sentado o arrodillado puede ser una forma efectiva de recibir electrones de la Tierra.
- Dormir al aire libre: Dormir directamente sobre la Tierra, ya sea en una tienda de campaña o en un saco de dormir, permite una conexión prolongada durante la noche.
- Utilizar productos de Grounding: Hay productos diseñados para facilitar el Grounding, como sábanas, mantas o almohadas conductivas que se conectan a la Tierra mediante un cable y enchufe a una toma de corriente.
- Estar en contacto con agua conductiva: Nadar en el mar, un lago o un río puede facilitar el contacto con la Tierra. El agua es conductora y permite que los electrones fluyan.
- Practicar yoga o tai chi al aire libre: Realizar ejercicios de yoga o tai chi en un entorno natural proporciona la oportunidad de conectarse con la Tierra mientras se practican estas disciplinas.
Durante cuánto tiempo es necesario hacer Grounding
Aunque la cantidad de tiempo que se necesita practicar el Grounding para obtener beneficios para la salud puede variar según la persona, varios estudios sugieren que incluso unos minutos diarios de Grounding pueden tener efectos positivos.
Por ejemplo, una investigación publicada en el Journal of Environmental and Public Health encontró que caminar descalzo sobre la tierra durante 30 minutos al día durante ocho semanas redujo significativamente la inflamación y el estrés oxidativo en el cuerpo.
Es esencial reconocer que los resultados pueden diferir según la persona y las circunstancias individuales.
En resumen, el Grounding emerge como una forma sencilla y accesible de equilibrar el organismo y fortalecer la defensa antioxidante.